Anatomía de una ola

Me es imposible recordar el primer gol en el barrio, en cambio, la primera ola-en realidad se trató de una copiosa espuma-la tengo presente no como parte del ayer, sino como del hoy. Inolvidable.
Transcurrían la mitad de los ochentas cuando con doce años había logrado que en Navidad me regalasen la ansiada morey, "pititabla" para los antiguos o bodyboard para los gringos. Era, pues, la incesante búsqueda de emociones más fuertes que correr tras una pelota para darle de patadas.
Y en medio del recibimiento del año entrante entre cohetes, pavo y un furtivo cigarro planeaba--con otros afortunados regalados-- donde usaríamos por vez primera nuestras morey’s. Esa noche si algo quedo claro fue que no cabían medias tintas y entonces decidimos, por consenso, que iríamos a E una playa famosa por la perfección y bravura de sus olas. Claro esta, que no fear fue siempre nuestro lema.
No obstante, y solo porsiacaso, acepté que un día antes del debut uno mayor del barrio, que luego seria campeón nacional, me diera los tips para coger con éxito la ansiada primera ola y no morir en el intento. Pero, mientras lo oía iba entendiendo que aquello que estaba próximo a experimentar el no me lo podía explicar eso lo tenia que sentir. Y, fué tal cual, pues esa emoción hoy a mis treintaitres no podría describirla; solo se que una es la vida antes de correr una ola y otra después. Y si acaso no lo comprenden no importa no lo sintieron y eso los disculpa.
Desde esa primera ola- revolcones y sustos incluidos-pasaron diez años sin dejar un solo día de correr. Solo o acompañado mi relación con el mar excedía de sobra el solo hecho de recorrer sus olas. La de cosas que habré pensado, recapacitado y decidido internado en la paz de algunas jornadas de mar chico o ubicado en alguna "reventazon" en medio de la tensa espera de la próxima racha.
Pero, ni lo ducho en el asunto me libró una tarde sureña de volver un poco a la vida y por equivocación mía-o del destino- seguir aun vivo para poder contarlo. Tras ese impase pude entender que una es la diversión y otra perderle el respeto al mar. Total, ya no tengo doce años y,of course, si fear.


[My wave-Soundgarden]