El diablo del Diablo


Un día más. Siempre fue así y esta vez no tendría porque haber sido distinto. O si. Lo cierto, es que este ultimo lo esperé de una forma especial y esto por razones tales como el saber que ya no despertaría con el saludo de mi madre, ni tampoco con el llamado cariñoso de algún amor quien presurosa llamaría para ser la primera en desearme que pase un feliz día, sin dejar de decirme que me amaba y que ya pasadas las horas recibiría de sus manos el disco o libro que tanto quería. No. Nada de eso pasaría y, entonces, solo quedaba encontrar algún alivio en las palabras de mi cantante favorito aquello que reza algo así como que en todas las transformaciones se pierden cosas, pero también se ganan otras. ¡Es cierto!, como diría,en medio de una canción, el mismo genio argentino. Tan cierto como que estos treinta y fracción me encontraban viviendo solo, sin pareja — que no es lo mismo que estar solo porque estar con uno mismo nunca es poco— y gozando de los beneficios y desventajas que trae consigo la soledad voluntaria.
Al final todo fue mejor de lo que pensaba. Llamaron los que debían de llamar, llegaron los que debían de llegar, pensaron las que debían de pensar y la ausencia de aquella que llamó y pensó fue solo eso: un espacio libre que no quiso, a pesar de ella, llenar.
Lo más lindo llego de lejos o, digo mejor, de cerca.


["Someone like you.."-Use somebody-Kings of Leon]